Si un poco huachafo el título, pero es verdad, le daré un renovado giro a este blog en donde solía quejarme de mis desamores, mis terribles cambios de ánimo y uno que otro poema triste, como para pegarse un tiro y deducir que mi vida sentimental se iba por un tubo interminable poco a poco.
Gracias a Dios y al destino mi vida ha cambiado bastante, me siento más segura y relajada, no sólo porque bote al tacho viejos recuerdos que me hacían la vida imposible sino porque estoy en una etapa de florecimiento y felicidad constante, si suena medio Deepak Choprah pero es cierto.
Como algunos amigos sabían me fui a Estados Unidos a "ganar plata" por 4 meses desde Diciembre del año pasado hasta Abril del presente, y pongo ganar en plata en comillas porque la crisis inevitable hizo renegar y venir debiendo a los padres a más de uno. No sólo te recortaban las horas también el sueño de conseguir un segundo trabajo se hacía más que inalcanzable.
Pero como le dije a mi mamá y a mi novio este año no vuelvo otra vez, quiero disrutar del verano y adelantar cursos, total trabajar lo puedo hacer acá, con una paga menor claro.
Dejando de lado el trabajo en EEUU, de la nada me enamoré, me sentí querida, hasta amada y sobre todo respetada. Ese último sentimiendo es básico si no hay respeto de por medio no hay nada. Muchas veces metí la pata pero aprendí con el tiempo, esa es la maravilla del ser humano, aprender de los errores, de las caídas a la piscina.
En fin la vida es generosa y brinda nuevas oportunidades que no se deben desaprovechar y mucho menos mirar con mala cara, esto me recuerda al viajesito que tuve con una amiga a Miami antes de volver a Perú, en plan de relax y tomar sol por favor !, la pase bien buscando hoteles por South Beach con mi maleta inmensa y la tabla de snowboard que golpeaba a más de uno en la calle cada vez que volteaba a ver las direcciones de las calles y fijarme si ya había pasado por Collins Avenue por tercera vez. Al encontrar el hotel, no podía faltar el "día de shopping", muy bueno, las cosas baratas y la movilidad que nos traía de vuelta casi nos deja por tardonas (cuando no sacando a la luz la hora peruana). Después como no mencionar la erisipela terrible que sufrí por recibir los rayos de sol de frente cual baldazo de agua fría por más de cinco horas depués de no haber estado expuesta a ellos por más de cuatro meses de frío intenso.
Y la última experiencia para no hacer este post más más largo; experimenté tal cual la vida de Tom Hanks en la película "La Terminal", si no la han visto trata de un pata que no puede regresar a su país de origen por motivos de guerra y debe quedarse en un aeropuerto frío y gringo por meses. Claro que exagero yo me quedé casi 2 días en el Aeropuerto de Miami, fue una experiencia no tan mala, pero si incómoda, me aprendí los horarios de atención de muchas tiendas, así como le entrada y salida de algunos trabajadores de limpieza, dormí una hora en casi dos días y comía frutas secas de bolsa o cosas vegetarianas que me caían pésimo y hacían de mi estadia en el aeropuerto cada vez más insoportable.
Bueno eso fue un recuento de algunas de las cosas que me pasaron en estos meses de ausencia bloggeriana y felicidad constante por cierto. Aunque no lo crean estas cosas las hacen valorar a una su casa, en mi caso mi vieja y mi cama, que rico es dormir en una cama que rico ..
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Hace 11 años
